20
Mantener la casa limpia y ordenada puede ser una tarea difícil, especialmente con un estilo de vida ocupado. Comience por algo sencillo: cree un sistema de mantenimiento regular para las distintas habitaciones. Para ello, vale la pena reservar unos minutos cada día para la limpieza. Por ejemplo, limpiar las encimeras de la cocina mientras cocinas reducirá la cantidad de limpieza global que tendrás que hacer al final de la semana. Agrupa tus tareas en días. El lunes se puede dedicar a lavar la ropa, el martes a limpiar el baño y el fin de semana se puede dedicar a la limpieza general.